Otra vez desperté vestida en un sobresalto de mi pie aplastando un sonido grave.
De lo que parecía en sueños ¿una rata?
¿Otra larva de humedad en el rancho?.
Abrí la ventana y salté sobre las plantas y sus clones.
Extendí la esterilla.
El humo de los incendios había llegado.
Un cielo eclipsado proyecta en sepia curvas atómicas.
Tres saludos al sol
y al cuarto quede
mirando una nube gordita pasar .
-No tengo energía-
no tengo energía para esto.
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