Unas palabras ácidas de las malas noches.
Me tumbo en el costado del ring.
respiro
Antes del siguiente movimiento pienso;
–Nunca lo tomes a personal–
A veces las personas están poseídas por el ruido de sus mentes, por las sombras espinosas que nublan sus ojos endureciendo la mirada. No pueden ver el regalo de cumpleaños sobre la cama, la parte limpia del pañal. La lengua se les hace bífida, expulsan un poison amargo.
Puede que ames a esas personas pero recuerda: nunca lo tomes a personal. Vomitarán verde flúor,
vestidas de camisón, su cuerpo convulsionará. Cuando los abraces te provocarán susurrándote al oído, cositas dolorosas en lenguaje bélico.
Respira:
nunca lo tomes personal.
A veces las personas están poseídas, te tendrán en la mira de su arco mientras cruzas del living al baño.
Curvea con tu cintura las flechas.
O siéntate en mitad de la casa,
conviértete en un buda
bañado en vaselina .
o
cierra los ojos
busca el cielo.
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